viernes, 4 de febrero de 2011

La industria en España.

España  puede considerarse, desde la perspectiva de la industrialización, como perteneciente a la segunda generación de países industriales de Europa con una incorporación tardía, poco menos de un siglo después de la primera Revolución Industrial.

  La localización de la industria en España presenta cuatro áreas: las más desarrolladas (Cataluña y Madrid), los ejes de expansión (la fachada mediterránea y el valle del Ebro), las áreas y los ejes en declive (Asturias, Cantabria, País Vasco y Galicia), y las áreas de industrialización escasa, tardía o inducida. Las áreas industriales desarrolladas son las que, una vez superada la crisis de los 70 y terminada la reconversión,han reafirmado su hegemonía industrial. La aglomeración urbano-industrial madrileña se expande por las principales carreteras de la capital, formando corredores industriales hacia el sur. Las relaciones de intercambio con el resto del territorio son muy intensas, debido a la función de la ciudad de Madrid como subcentro europeo que se especializa en sectores industriales estratégicos y de alta tecnología, y, sobre todo, como centro nacional de decisión y de servicios. En Cataluña la producción industrial está muy centralizada en Barcelona con una industria muy variada: va desde PYMEs de sectores tradicionales a grandes multinacionales de alimentación, química, automoción y electrónica. A partir de las grandes concentraciones de los valles del Llobregat y del Besos, la industria se difunde hacia el resto de Cataluña, siguiendo los ejes de comunicación de la costa y del interior.   En los ejes de expansión destaca la fachada mediterránea (Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Islas Baleares) caracterizada por la variedad productiva: industria tradicional (calzado en Elche y Manacor; papel en Alcoy); industria básica reconvertida (siderurgia de Sagunto), automóviles (Almusafes), alta tecnología (Paterna), industria conservera (Murcia), etc. El otro eje, el Valle del Ebro, es un corredor industrial favorecido por su situación entre el P. Vasco, Madrid y Cataluña, y por la existencia de una buena red viaria. Destacan el noroeste de Navarra (difusión de la industria del P. Vasco), La Rioja y la Ribera Navarra que transforman sus producciones agrarias y desarrollan manufacturas metalúrgicas. Las áreas en declive (Asturias, Cantabria, P. Vasco y Galicia) son las que han perdido potencial industrial debido a su excesiva especialización y la dependencia de la siderurgia, los astilleros y la metalurgia de base. La disminución de la demanda de hierro y acero, el exceso de la capacidad instalada y, sobre todo, la competencia de otros países industriales, obligaron a reestructurar la siderurgia y a cerrar 4 de los 6 altos hornos en funcionamiento (los más afectados fueron los altos Hornos de Vizcaya y Sagunto). El exceso de la capacidad instalada, la antigüedad de los equipos y la competencia exterior obligaron también a reducir los astilleros (los más afectados fueron los de Galicia y Andalucía). Los mayores logros de la modernización han sido fruto del cooperativismo en el P. Vasco (Corporación Cooperativa de Mondragón) y del crecimiento de las actividades I +D.  Por   último, destacan las áreas de industrialización escasa que ocupan la mayor parte del territorio nacional. En Castilla y León destaca el eje Valladolid-Palencia-Burgos-Miranda de Ebro (por su situación estratégica entre Madrid y el P. Vasco y las buenas comunicaciones). En Castilla-La Mancha destacan Puertollano (por la refinería de petróleo y el complejo petroquímico), Toledo y Guadalajara (por las buenas comunicaciones con Madrid y los suelos baratos). En Andalucía han surgido polígonos especializados debido a la planificación, ejemplo de ello son la localización de la química en Huelva y Gibraltar, los astilleros en Cádiz, los parques tecnológicos en Sevilla y Málaga. Canarias, debido a la importancia del turismo, y Extremadura son las regiones menos industrializadas, en ninguna de ellas alcanza la producción industrial el 20% del PIB.


Energia Eolica.

España es el tercer país del mundo por potencia eólica instalada, tan sólo por detrás de Alemania y Estados Unidos. Los 16.740,3MW repartidos por todo el territorio nacional, según datos del Observatorio Eólico a 1 de enero de 2009, así lo certifican.
La consolidación de esta tecnología dentro del mix de generación del sistema eléctrico español se confirma con el hecho de que la energía eólica, en 2008, se convirtió en el cuarto modelo energético por cobertura de demanda (11,5%), superando a la hidráulica y tan sólo por detrás de las centrales de ciclo combinado (33,5%), la nuclear (21,7%) y el carbón (17,0%), según datos de Red Eléctrica de España.

El desarrollo experimentado por la energía eólica en los dos últimos años se trasladará a la duodécima edición de GENERA, la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente, que se celebrará del 12 al 14 de mayo en los pabellones 7 y 9 de Feria de Madrid. En este contexto, además de la oferta expositora de esta tecnología renovable presente en el Salón, entre el programa de jornadas técnicas del certamen se convoca, el 13 de mayo, la conferencia La energía eólica hoy en España. Una presentación, organizada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que abordará la actualidad y las perspectivas de la fuente energética producida por el viento, así como su integración en el sistema eléctrico y su impacto socioeconómico.

El CERN.

El CERN es actualmente el laboratorio de Física de Partículas más importante del mundo
La aportación española en 2008 para el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas), donde en unas semanas se pondrá en marcha el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), es de 55 millones de euros, según los últimos datos de esta institución. Además, España, que se mantiene como el quinto país contribuyente al CERN, financia con cerca de 20 millones de euros anuales a los equipos españoles que participan en los cuatro experimentos principales del LHC y en otros proyectos de física de partículas.

La participación de España al CERN representa un 8.34% del total de las contribuciones de los 20 Estados miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Eslovaquia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza), que este año han aportado en conjunto unos 670 millones de euros. En el caso del LHC, que se ha construido con el presupuesto de ingresos del CERN, su coste total desde el 1 de enero de 1995 ya ha superado los 4.000 millones de euros.


Nanotecnología.

Por primera vez en el mundo, un microscopio de nanotecnología será aplicado para el estudio del cerebro, en el marco del proyecto Blue Brain, que pretende crear un modelo funcional del cerebro de los mamíferos mediante simulaciones realizadas por ordenador. La Facultad de Informática de la UPM es la encargada de desarrollar las herramientas informáticas necesarias para la interpretación de sus datos.

España será el primer país del mundo que utilice un microscopio de nanotecnología para el estudio del cerebro, en el marco del proyecto Blue Brain. La idea ha partido del investigador del CSIC, Javier de Felipe, e investigadores de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid (FIUPM) están desarrollando una serie de herramientas para el análisis e interpretación de sus datos.

Una treintena de investigadores españoles participan en el proyecto internacional Blue Brain, que pretende crear un modelo funcional del cerebro de los mamíferos mediante simulaciones realizadas por ordenador. En España, el proyecto está liderado por Javier de Felipe y por José María Peña, profesor de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid
El microscopio de nanotecnología que se aplicará al estudio del cerebro será instalado en el Centro de Tecnología Biomédica del Campus de Montegancedo de la UPM y comenzará a utilizarse en el mes de junio.

La utilización de este microscopio constituye una significativa innovación tecnológica no sólo porque la microscopía electrónica no permite alcanzar un muy elevado grado de detalle en el estudio de células cerebrales, sino también porque permite obtener muestras a partir de tejido cerebral en sólo dos horas, cuando mediante otras tecnologías el mismo resultado requiere la participación de dos técnicos a lo largo de un año.

El microscopio se ha incorporado al equipo español del proyecto Blue Brain después de una serie de pruebas realizadas con éxito en la casa matriz del fabricante y será financiado con cargo al crédito de 25 millones de euros que el Gobierno de España ha concedido al proyecto Blue Brain.

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